La Cabra Montes (Capra Pyrenaica)
La reina del Torcal, la cabra montesa está en su mas puro hábitat rodeado de rocas donde sin duda se sienten totalmente a salvo ya que al no ser disparadas por cazadores en el Torcal ( o al menos no es lo habitual) se quedará estática ante nuestra presencia y podremos disfrutar de su compañía en la mayoría de las rutas que hacemos en el Torcal en posiciones ideales para fotografiarla.
La Cabra Montes no representa ningún peligro para los visitantes y como con todos los animales del Torcal, nosotros si lo representamos para ellas, de manera que cuando nos encontremos con cabras montesas lo ideal es actuar con naturalidad y si queremos disfrutar de su presencia no dirigirnos hacia a ellas directamente porque se marcharan, sin duda los gritos y el escándalo no le gusta a ningún ser vivo y menos a estos que viven tan tranquilos en la montaña.
Durante el año la cabra cambia su comportamiento según la época de tal manera que podemos disfrutar del gran macho solitario encima de una formación rocosa durante la mayor parte del año excepto en el celo que los veremos disputándose a las hembras o peleando con otro machos. Las hembras más fáciles de ver en grupos o acompañadas de sus crías, no harán vibrar en cada paso que de por las verticales rocas del Torcal en la que adiestran a los chotos que dentro de muy poco estarán totalmente integrado en este excepcional caos de bloques calizos.
El Zorro ( Vulpes Vulpes)
Cada vez más visible debido a la fuerte antropización de la zona aledaña al centro de visitantes donde son numerosos los turistas que dan de comer a estos animales haciéndolos humano dependientes, por lo que desaconsejamos que los alimentes, algo además prohibido en las normas del paraje.
Son pacíficos y amigables aunque muy desconfiados y nunca debemos de echar mano a tocarlos ya que se sentirían agredidos y pueden echar mano a morderte, en este caso debes de pasar por urgencias donde la vacuna de la rabia y la del tétanos no te la quita nadie.
EL Zorro también es de hábito nocturnos y es mas fácil encontrarte con ellos al amanecer o al atardecer entrando o saliendo de sus cubiles, aunque como ya hemos dicho en torno al centro de visitantes y parking es fácil encontrar al mismo zorro rondando visitantes para que le den comida.
El Buitre (Gyps fulvus)
El Buitre Leonado el rey de los cielos torcaleros sobrevuela cada mañana la cara sur del Torcal aprovechando las corrientes de aire cálido que se elevan en los farallones calizos que miran al mar en la mayoría de los casos.
Su imponente y silencioso vuelo nos deja en estado de shock aunque también verlos en el suelo disputándose la comida es todo un espectáculo. En el Torcal existe un comedero de buitres aunque no recomendamos acercarse para no molestarlos y si quizá observarlos en la distancia con unos prismáticos.
Toros y Vacas ( Bos Taurus)
Las Vacas del Torcal son unos seres realmente admirables, sin duda nos encontramos antes los únicos bóvidos del hemisferio norte que se encuentran en un laberinto de rocas como el Torcal.
Lejos de ser una molestia cumplen varias funciones fundamentales, por ejemplo abonar el terreno aportando un estiércol fértil a los suelos y sobre todo abriendo los callejones de zarzas y espinos propiciando que podamos disfrutar de los rincones mas increíbles del Torcal.
Si nos encontramos con una Vaca o un Toro en el Torcal lo mejor es ignorarlos, no provocarlos en ningún momento acercándonos a ellos bruscamente o alterarlos de ninguna manera y sobre todo si se encuentran con un ternero resultando peligrosos si sienten que amenazamos su cría.
Solo en el caso de que no quieran moverse del único camino por el que puedes u tienes que pasar, te recomendamos que alces la mano o un bastón, pero nunca agredirlas, solo levantando la mano o un palo ellas se mueven y te dejan el paso.
Las Vacas del Torcal pertenecen al Cortijo de los Navazos, se nutren de los pastos que son subastados cada temporada y no las veras en la temporada estival
El Jabalí ( Sus Scrofa)
Por todos los lugares del Torcal encontramos rastro de estos animales que pasan la noche buscando comida hozando las dolinas y callejones y dejando el suelo que mas bien parece arado.
Verlos cada vez es mas fácil debido a la proliferación de estos animales que en piaras que a veces superan los 20 miembros pasean por el Torcal como una larga serpiente buscando un buen encame para pasar el día, ya que como otros muchos animales su desarrollo es nocturno.
Verlos es fácil al amanecer o al atardecer acudiendo a sus escondites donde pasan todo el día.
Los Jabalís no son peligrosos si no se sienten acorralados o amenazados y va a ser difícil que encontremos uno pastando alegremente ignorándonos como hacen las cabras o las vacas. Los Jabalís no tienen una gran vista, pero si un excepcional olfato y si tenemos el viento en el cogote, ten por seguro que a cientos de metros se percatan de tu presencia.
Si nos encontramos con un Jabalí y el único escape que tiene es donde tu estás… súbete a una piedra escapa porque sin duda pasará por encima de ti, si tiene otra vía de escape la utilizará siempre.
La Escalopendra (Scolopendromorpha)
Debajo de las piedras se encuentra este insecto tan desagradable pero que a la vez nos llama tanto la atención por su movimiento tan coordinado y escurridizo.
Es uno de esos insectos a los que debemos de tener respeto puesto que su picadura no es precisamente inofensiva contiene histamina, acetilcolina, proteínas que actúan como toxinas, estas difícilmente pueden causar la muerte pero a algunas personas sensibles podrían causar un shock anafiláctico.
Se alimentan de artrópodos terrestres a los que caza capturándolos con su último par de patas que en verdad son dos grandes uñas asociadas a una glándula venenosa. Captura arañas, cucarachas, caracoles, grillos, saltamontes, mariposas, lombrices, escarabajos e incluso ratones y lagartijas, sobre los que retuerce su cuerpo clavándoles las forcípulas con el veneno.